Menos mal que el plazo termina el cuarenta de mayo. Porque tiene pinta de que no va a llover. Y me viene fatal. Porque tengo el coche sucio y los pantanos están por llenar. El parte, como diría mi abuela, pone agua para este miércoles. Pero na’, barro. Ya os lo digo yo. Así que lo guardaré en el garaje. Que tiene pinta de que se va a ensuciar más. Por eso y para que no me grafiteen la luna. Que una cosa es el arte urbano y otra, el recurrido “lávalo guarro”. Que aunque tenga pinta de serlo ―por el coche, digo―, nunca una pinta estuvo tan lejos de la realidad. Lo que sí soy es caluroso. En mi piso empiezan a aparecer los primeros mosquitos y eso es sinónimo de que puedo empezar a tener calor por la noche. Y es que la gente ya se está bañando en la playa. Recién estrenado marzo. Que también te digo que no sé de qué me sorprendo. Mi madre siempre me ha hablado del señor Entretiempo, pero aún no le conozco. Nunca terminé de estrenar una rebequita. El caso es que tiene pinta de que las tradiciones se están perdiendo. Y como en el amor, la rutina del sol también apaga la magia. El abrazo a la sábana tras un escalofrío provocado por una ventana mal cerrada es el sexo de los solteros, escuché una vez a un amigo. Y no, el amigo no soy yo. Antes, llovía por estas fechas y ahora, todo el día el sol en la cara. Claro, que tiene pinta de que eso es lo que algunos quieren. Y es que las cosas de tanto repetirlas se devalúan ―racionalicen los te quieros―. Si no, que se lo digan al Real Madrid, que ya se arrastra por el Bernabéu ante un FC Barcelona que se ducha en la ciudad condal. Un clásico en octubre y otro en mayo. De toda la vida. Porque pierde su magia. Como la están perdiendo las elecciones en España. Cada vez más abstención de voto. Con lo de Mundial-Eurocopa-Elecciones conseguimos la estabilidad que necesitábamos. Y ahora, encima, mundial en enero. Qué poco respeto a los cuatro años. Pinta mal. Y en un momento en el que las pintas son lo que más importa. Tiene pinta de que este dice la verdad; tiene pinta de que este no roba, y tiene pinta de que va a defender España. Lo que no tiene pinta es que leamos ya ni los prospectos. Porque tiene pinta de que este jarabe nos va a sentar bien. En qué momento los sentimientos y los prejuicios volvieron a ganarle la partida a la razón. Menos mal que con este calorcito va pegando la cervecita en una terracita. Una pinta, por favor.
Una respuesta a “Tiene pinta”